‘El chicharon me cambio la vida’: Fadys Villegas
Redacción por: Rosa Romero
En la tierra del carnaval del recuerdo y de la Loa de los Santos Reyes Magos, se encuentra el corredor de chicharrones más importante del Caribe colombiano. El crujir del tocino picado en trocitos, dentro del aceite caliente, atrae a quien sea que pase por la vía Cordialidad, en el municipio de Baranoa del departamento del Atlántico. Específicamente, en el corredor de 20 de julio, que lleva alrededor de 50 años funcionando en este rincón alegre del Atlántico.
​
En el tramo de la vía la Cordialidad hay alrededor de 18 restaurantes en los que se vende el mismo producto, pero el restaurante y estadero más famoso es el de Fadys Villegas, una mujer de 47 años que le ha dedicado su vida a este
reconocido restaurante “La Mona” donde se vende el cerdo crujiente y peculiar manjar de Baranoa. Su labor como dueña y empleada a le vez no ha sido fácil, vivió un momento duro, pero sola aprendió a seguir adelante.
​
Conoce mejor la historia de Fadys, su dedicación a la gastronomía Baranoera y cómo se ha transformado su vida a través de su restaurante, nos recuerdan la importancia de la pasión, la perseverancia y la conexión humana en el mundo de la comida, así lo menciona la propietaria en esta charla.
​
Ahorita antes de iniciar nos contabas que no pasa por tu cabeza acabar con esta herencia y claro donde has pasado también las verdes y las maduras, eso quiere decir que llevas años en este lugar, compártenos sobre su tiempo dedicado al restaurante. ¿Cuánto tiempo has estado involucrada en la gestión de tu restaurante de chicharrones?
Empecé este viaje hace 14 años cuando junto a mi esposo en vida teníamos una idea de crear un negocio pequeño donde pudiéramos trabajar allí y producir empleo, principalmente que nos generara ingresos para sostener la familia y los gastos de la casa, no teníamos claro que podía ser o que productos vender. Mi esposo siempre le iba bien en la cocina, no sé cómo lo hacía, pero le quedaban las cosas deliciosas, específicamente cuando hacia los chicharrones, el nunca compraba el chicharrón listo si no que compraba el cerdo y el mismo lo preparaba y por supuesto yo al ver lo crocante que quedaban le dije, por qué no vendemos porciones de chicharrón.
​
¿Qué dijo? Me imagino que fue un sí de inmediato...
¡Claro!, desde ese entonces inicia todo empezamos comprando los insumos y todo lo que necesitábamos, comenzaron a salir pedidos unos tras de otro, tuvimos que pedirle ayuda a mi cuñada para que hiciera ella los domicilios mientras yo me quedaba con mi esposo en la cocina y así poco a poco.
​
¿Y cómo llaga La Mona al corredor gastronómico?
Bueno, eso se lo debo mucho a mi suegro, él nos regaló una parte y con los que fuimos ahorrando, reunimos todo y compramos una casa que estaba allí ubicada entre otros negocios, adaptamos el lugar porque como era una casa tocó arreglar cosas para darle la forma a un restaurante, ya cuando todo estaba listo abrimos las puertas del restaurante “La Mona”. Hasta el sol de hoy ha sido un viaje lleno de aprendizaje y pasión desde entonces.
​
¡Eso suena emocionante! E interesante todo ese proceso y por lo que pasaron, tener disciplina, ser paciente es de admirar. Ver lo que consiguieron hasta hoy es gratificante, eso de alguna manera influyó en su vida…
Si así es, demasiado.
¿cómo ha cambiado tu vida desde que abriste el restaurante?
​
El restaurante ha sido una parte fundamental de mi vida. No solo ha sido una fuente de ingresos, sino también una pasión que ha transformado mi rutina diaria y mi forma de ver el mundo de la gastronomía. Como te contaba que a mi esposo le quedaban deliciosos y yo no sabía cómo hacerlos, pero fíjate que todo ese tiempo que estuvimos haciéndolos en la casa yo miraba muy bien todo lo que hacía, fui practicando y de apoco me iban quedando igual hasta que el mijo: -Mami ven yo te enseño- y así fue, desde ahí aprendí su truco, las técnicas y todo.
¿Pero cuál es ese truco?
(Risas), un buen chef nunca revela su secreto ¡Ese es un secreto bien guardado! Pero puedo decirles que la calidad de los ingredientes y la dedicación en la preparación son fundamentales. También es importante mantener nuestras recetas tradicionales.
​
Bueno eso si es verdad. Lo importante es que aprendiste y aprovechaste lo que él te enseñaba todos los días.
Si, no me gusta hablar mucho de esto, pero hay que ser sincero no fue fácil sacar adelante el negocio después de esta calamidad, pero Dios me dio las fuerzas y junto a la familia de él lo hemos logrado, seguimos trabajando día a día con la ayuda de mi esposo en el cielo, nos ha ido excelente la verdad el chicharon me cambio la vida jajaja.
​
(Risas), siendo así entonces ¿qué es lo que más le apasiona de los chicharrones y de su restaurante en particular?
La pasión por los chicharrones proviene de mi infancia mi papá compraba todos los domingos para el desayuno, y también poder compartir ese sabor auténtico con mis clientes es algo que me llena de alegría. Además, me encanta la comunidad que se ha formado alrededor del restaurante.
​
¡Sabroso que es desayunar chicharrón con bollo de limpio y que sean donde La Mona más! (Risas), Hablando de comunidades Fadys, ¿puedes compartir alguna anécdota emotiva o historia especial relacionada con tu restaurante que te haya marcado profundamente?
Claro, una vez tuvimos un cliente que visitaba nuestro restaurante desde hace años. Celebró su aniversario de bodas aquí y nos contó que había conocido a su esposa en una de sus primeras visitas. Fue un momento muy especial y emotivo para todos nosotros.
​
¡Que hermoso! Me imagino que para ti fue una dicha saber eso, o sea que tu restaurante sea un lugar donde se haya florecido una relación, ¡bonito! Y bueno, por último, antes de concluir, ¿algún consejo para aquellos que quieren seguir sus pasiones y abrir su propio restaurante?
Claro, mi consejo sería que sigan su corazón y se dediquen por completo a lo que aman. La pasión y la perseverancia son esenciales en este negocio, y siempre es importante escuchar a sus clientes y adaptarse a sus necesidades.
TRADICIÓN GASTRONOMICA DE BARANOA
Redacción por: Daniela Oliveros
Mediadora (Daniela Oliveros): Hola, buenas tardes. ¿Cómo están? Hoy es un buen día para conversar acerca de la gastronomía de una zona del país muy famosa, donde se dice que preparan los mejores chicharrones de la costa colombiana. Hoy quisiera, conocerlos y saber que piensan acerca de la tradición gastronómica de Baranoa.
Carlos Mejía: Hola, mi nombre es Carlos Mejía, vivo en Barranquilla y con frecuencia me gusta visitar Baranoa y su corredor gastronómico, soy fan de los chicharrones y en esta zona del departamento sé que preparan los mejores.
Valentina Romero: Buen día, mucho gusto, mi nombre es Valentina Romero, soy de Venezuela y vivo hace 10 años en Barranquilla, uno de mis platos favoritos desde que llegue a la ciudad, son los chicharrones y los pasteles. Es increíble como podemos descubrir en cada bocado la tradición de cada zona.
Mediadora: Gracias por presentarse, así es, la gastronomía de la región es muy rica culturalmente, quisiera saber, ¿Cómo describirían la gastronomía de Baranoa?
Carlos Mejía: Bueno, yo considero que la gastronomía de Baranoa es una mezcla de sabores colombianos con mucha influencia de la cultura afrocolombiana. Es una comida rica y sabrosa, con platos que se caracterizan por su frescura y sus ingredientes locales.
Valentina Romero: Para mí, la gastronomía de esta zona es muy rica. Además, hay que valorar el esfuerzo de cada chef y de las hacedoras de comida que por mucho tiempo han tratado de salvaguardar las recetas de generación en generación. Lo que más me gusta es que utilizan ingredientes locales y eso lo hace aún más especial.
Mediadora: Totalmente, y es que en Baranoa no solo se encuentran chicharrones, hay una cantidad de platos típicos que son muy deliciosos, entre mis favoritos que he encontrado en el corredor, son el sancocho, el bollo de yuca, las almojábanas, y claramente el chicharrón con mucho limón.
Valentina Romero: El chicharrón es uno de los platos más emblemáticos y mi favorito, me gusta como lo preparan con carne de cerdo frita hasta que queda crujiente y dorada.
Carlos Mejia: Y no solamente encontramos platos y comida salada, también hay muchos dulces y postres deliciosos, hay uno en especial que me recuerda a mi mamá y es el pastel de ciruela es un pastel dulce que es hecho con ciruelas, harina de trigo y azúcar. Es muy popular por esta zona.
Mediadora: Así es, no hay nada como la buena gastronomía, ¿Hay algún plato en particular que sea tu favorito?
Carlos Mejía: Mi plato favorito de Baranoa es el chicharrón. Me encanta su sabor crujiente y su textura jugosa. También me gusta mucho el sancocho de gallina, que es un plato muy completo y reconfortante.
Valentina Romero: Sin duda alguna, mi favorito es el chicharrón con limón y acompañado de bollo.
Mediadora: Es una delicia. Realmente es tanta la tradición cultural que la gastronomía de Baranoa tiene potencial para ser reconocida a nivel mundial.
Carlos Mejía: Totalmente, yo creo que la gastronomía de Baranoa tiene mucho potencial para ser más conocida. Es una cocina deliciosa y original que tiene mucho que ofrecer.
Valentina Romero: Yo también creo que, con la promoción adecuada, la gastronomía de Baranoa podría convertirse en un atractivo turístico aún más grande para toda la región incluso para todo el país.
Mediadora: Entonces ¿Qué le recomendarían a alguien que quiera probar la gastronomía de esta zona del atlántico?
Carlos Mejía: Bueno, pues yo le recomendaría que visite un restaurante local y pida alguno de los platos típicos de la región. También le recomendaría que visite los mercados locales, donde podrá comprar productos frescos y típicos de la región.
Valentina Romero: Yo le recomendaría que hiciera todo el tour gastronómico por toda la zona, es una delicia y una experiencia super enriquecedora conocer la tradición de cada parte de nuestro país, además le aseguraría que quedara enamorado de todas estas delicias.
Mediadora: Así es, Baranoa es un espectacular sitio turístico para disfrutar de todas las recetas más deliciosas del departamento. Muchas gracias por su tiempo a todos.