Crítica y Reseña
Chicharrones de Baranoa: Un sabor Auténtico que Transformó mi Paladar
Redacción por: Equipo Baranoa Crujiente
Un tesoro culinario descubrí en el municipio de Baranoa y ha cambiado mi opinión por un bocado crujiente de tradición artesanal.
Hasta hace exactamente 2 años el chicharrón o cerdo no era mi opción preferida, lo había probado tan solo dos veces en mi vida y las experiencias no eran agradables.
La primera vez fue en casa de mis abuelos, tenía unos 9 años de edad, como son de pueblo hicieron chicharrones, pero al probarlos los comí tan caliente que la grasa que votan quemó mi boca, no quería saber de ellos nunca más.
La segunda oportunidad fue en la ciudad de Barranquilla, en la famosa calle 45 con 19 (Murillo con 19), todas las mañanas solía pasar mi ruta de la escuela por ahí, un día le dije que por favor frenara; fue el indiscutible olor de estos que me había atraído hasta ese lugar. Pedí una picada pequeña, no sé si al ser muy temprano no estaban tan frescos, pero al morderlos casi me parto un diente, uno de mis brackets terminó caído, por lo que cerré mis oportunidades a este plato y dije que los chicharrones no me gustaban y que eran horribles.
Sim embargo un día en medio de un trabajo de campo universitario, llegué justo a la Ruta de Girasoles en Baranoa 'Gira entre Soles', allí había un puesto muy artesanal de chicharrones, su olor volvía a cautivar mi Paladar, pero sentía este más llamativo y auténtico, pensé que era porque estaba siendo preparado en fogón de Leña.
Entonces, me dejé llevar y me sumergí en el proceso de preparación. Era una mujer que seleccionaba y porcionaba la carne de cerdo, la adobaba y la llevaba a cocción con una gran sonrisa, se notaba que lo hacía con amor. Luego los sacaba, secaba muy bien y los llevaba a freír en otro fogón de leña. Al sacarlos la boca se me hacía agua y ya quería volver a probarlos. Mi experiencia estaba a punto por cambiar.
Luego, un sabor inigualable atrapó mi paladar, esta vez disfrute el proceso los dejé enfriar un poco y coloque un pequeño bocado en mi boca, cada mordida era una explosión de sabores sorprendentes. La combinación de crujiente textura, sabor intenso y la sazón única de este lugar me convirtieron en un fanático del chicharrón.
Me sorprendió, que al dar un paseo por el municipio había muchos lugares que ofrecían variedad de chicharrones, unos en ceviche y otros por su parte, hasta en empanadas y arepas. Sin duda, un lugar mágico que deben conocer.
Los Chicharrones de Baranoa no son simplemente un plato, son una obra maestra culinaria que ha conquistado incluso a aquellos que no eran aficionados al chicharrón. Desde la autenticidad de Baranoa hasta el sabor inigualable de sus chicharrones, esta experiencia astronómica es algo que todos deberían probar al menos una vez en la vida. Todo esto es una experiencia inigualable, desde el momento en que se entra a este maravilloso lugar lleno de música, baile y alegres personas que hacen que esto sea una completa obra de arte.
En resumen, mi encuentro con los Chicharrones de Baranoa ha sido una revelación culinaria que ha transformado por completo mi percepción de este platillo. A pesar de dos experiencias previas desagradables, la autenticidad y el amor con los que se preparan estos chicharrones en Baranoa hicieron que me enamorara de su sabor único y crujiente textura. Este tesoro culinario no solo ha conquistado mi paladar, sino que también me ha abierto los ojos a la riqueza gastronómica de este encantador municipio.
Reseña
¡Mi Primera Experiencia en el Mundo de Chicharrones al Barril!
Redacción por: María Angelica Borreo
¡Prepárense para un viaje culinario excepcional que los llevará a descubrir la delicia auténtica de los chicharrones crujientes como nunca! Hoy en Baranoa Crujiente, me aventuré en el apasionante mundo de los chicharrones al barril, y quiero compartir con ustedes mi emocionante primera experiencia.
Exactamente en el sector 20 de Julio, justo donde inicia la magia de la gastronomía baranoera existe un local con un nombre muy peculiar ‘Abrasao’, llamó mi atención -por un momento pensé que era como si abrazaras la comida y que se refería a prepararla con amor-.
Pero me enteré de que el nombre hacia alusión a la palabra brasa y la esencia de cocinar al carbón. Al ver la carta me cautivó su ceviche de chicharrón al barril, picadas de chicharrón al barril y demás platillos todos preparados con cerdo al barril y con mucho amor, que sin duda le dan un sabor excepcional.
Pedí permiso a su administrador, para conocer la magia de esta nueva experiencia única a mi paladar, quería conocer como era su proceso hasta emplatar. Me dieron acceso, encontré una mesa con cerdo fresco que adobaban con ingredientes especiales de la casa, luego lo pasaban a un barril de cocina ancestral, donde los chicharrones se cocinan lentamente hasta alcanzar ese punto perfecto de crujiente y sabor. Desde el momento en que abrí la tapa del barril, fui recibida por una explosión de aromas tentadores que anticipaban un festín para mis sentidos.
Sin duda el chicharrón al barril es una verdadera joya culinaria, que todos deberían probar. Además de ser una versión saludable del chicharrón, conserva lo crocante de este. Cada bocado es una sinfonía de crujidos acompañados de un estallido de sabores. La textura crujiente y dorada es simplemente adictiva, y la sazón auténtica es un tributo a las raíces culinarias de Baranoa.
Compartiendo la Alegría de lo Auténtico
Baranoa Crujiente no solo se trata de chicharrones deliciosos, sino de compartir la alegría de lo auténtico. En este rincón de nuestro canal virtual celebramos las tradiciones culinarias locales y la pasión por los sabores auténticos. Les invito a unirse en esta emocionante aventura. Vengan con hambre, curiosidad y una pizca de emoción, porque lo que les espera en Baranoa Crujiente es un festín para todos los sentidos.
Crítica
El chicharrón de cerdo de Baranoa: una celebración culinaria que une corazones y forja tradiciones
Redacción por: Joyce Navarro
El chicharrón de cerdo de Baranoa se alza como más que una delicia culinaria; es un rito que celebra la vida y fortalece los lazos comunitarios. Su crujiente textura y sabores cautivadores son solo el principio de una experiencia que va más allá del paladar.
En cada trozo de chicharrón, se encuentra el esfuerzo y la maestría de generaciones que han perfeccionado la receta, convirtiéndola en un legado culinario. Esta tradición no solo satisface el apetito, sino que también crea un espacio de celebración, donde las risas y el cariño fluyen tan naturalmente como el aceite que da vida al chicharrón. Es tan increíble la experiencia, que de solo imaginar en mi cabeza el recuerdo de estar en ese lugar, me transporto al momento lleno de sabor y cultura.
Personalmente; la magia del chicharrón radica en su capacidad para unir a las familias y a la comunidad en torno a la mesa. Es en estos momentos compartidos de festividad donde el chicharrón se convierte en un símbolo de amistad y cariño, construyendo recuerdos que perduran más allá de la última crocancia. Es exquisito ver como amigos se reúnen a ver un partido de futbol, al lado de unas cervezas y compartiendo una picada de chicharon con bollo, sin duda es un sentir que va más allá de vivir.
La importancia social del chicharrón no se limita a su sabor excepcional; es un vínculo que fortalece las relaciones familiares y vecinales. En Baranoa, celebrar con chicharrón es honrar no solo el patrimonio gastronómico, sino también los lazos afectivos que hacen de este manjar un motivo genuino de celebración, amistad y unión familiar.